Voy a hacer una crítica rápida porque no creo que esto se merezca algo más elaborado. Wes Craven está trasnochado y sin duda ha perdido toda la magia que pudo tener alguna vez. My soul to take es una tontería de película, llena de diálogos absurdos metidos con calzador para que al final de la película tengas la sensación de que puedes haber entendido algo aunque en realidad siga sin tener ni pies ni cabeza. Ya desde el momento en que a través de la radio escuchamos a un supuesto experto hablando de las maravillas del cóndor californiano, sabemos que con eso saldrán más adelante. Pero en serio, la película es tan mala que no se sostiene. Es cierto que el inicio es brutal, pero una vez pasa el prólogo y la trama se centra en los siete chicos comienza el absurdo. Sólo el monólogo del supuesto guaperas guay del instituto, presentando a los protagonistas, roza hasta tal extremo el ridículo que dan ganas de dejarlo en ese momento. Luego tiene momentos en que el Wes Craven que nos aterrorizó en los ochenta-noventa sale a relucir, pero son apenas destellos, inútilmente pequeños en este mar de imbecilidad, como cuando los dos protagonistas parecen espejos, o como cuando esos dos mismos personajes empiezan a dudar el uno del otro.
Pero no, no vale la pena. Para nada.
¿Y por qué coño usan sangre digital? Me pareció terrible ese detalle. Con lo bien que se le daba a Craven empapar a sus personajes de sangre falsa...
Pero no, no vale la pena. Para nada.
¿Y por qué coño usan sangre digital? Me pareció terrible ese detalle. Con lo bien que se le daba a Craven empapar a sus personajes de sangre falsa...
1 comentario:
Toda la razón. Yo la vi hace tiempo y me pareció bastante mala también. Muy tonta y con personajes con cero interés. La terminé de ver por ver si había alguna sorpresa o si mejoraba un poquito... pero no. Malísima, parece mentira lo bajo que caen algunos mitos del género.
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