26.7.08

The end is nigh

Doomsday se ha estrenado. Dos poderosas razones hacían que tuviera muchas ganas de verla:
1) Me encantan las películas de temática apocalíptica.
2) Neil Marshall, su director, es el hombre tras dos de las mejores películas de género de los últimos años, la entretenidísima bajo presupuesto Dog Soldiers y la magnífica cinta de terror The Descent.

Me ha encantado. Vuelvo a lo mismo que en el post anterior, la película filmada por Marshall tiene un maravilloso gusto ochentero que la hace aún más entretenida de lo que creo que ya es de por sí. Además de contar con un guión entretenido y punto, que no busca engañar a nadie con lo que no es, Marshall se dedica a contarnos una historia sin meternos en innecesarios conflictos de personajes, motivaciones o chorradas varias. Va a lo directo: Aquí está la protagonista, la junto con este grupo y empieza la acción, sin casi darte tiempo a respirar.
Y como película de acción es brillante. Aparte de tener unas buenas escenas de acción (memorable el primer ataque de los supervivientes de Glasgow y la fantástica persecución final con pelea a cinco en el interior de un coche a toda velocidad) lo mejor es el ritmo. No se detiene un momento. ¿Y quién lo necesita?

Protagonizada por Rhona Mitra (que luce palmito espectacular), la película cuenta con un buen plantel de secundarios como Bob Hopkins, Malcom McDowell haciendo el mismo papel que hace en todas las películas desde La naranja mecánica, Alexander Siddig (ese pobre secundario de la sexta de 24 que al principio parece el más terrorista del mundo pero acaba ayudando a Jack Bauer... con funestas consecuencias) Sean Pertwee (que parece condenado a morir de formas horribles en todas las películas en que aparece) y, para mi de lo mejor de la película, el desconcido (pero habitual de Marshall) Craig Conway, que hace de Sol, su personaje, prácticamente lo mejor de la cinta, con su exceso incluido.

Y es que una de las mejores secuencias de Doomsday es la presentación de su personaje, primero junto a Rhona Mitra, y después junto a la masa enfervorecida de secuaces. No desvelaré detalles porque a mi me encantó esa secuencia.

Ya he mencionado su aspecto ochentero. De esa época parece provenir la estética punk-extraña de los salvajes. Sin duda homenajes a Mad-Max hay varios, pero es que no puedo dejar de recordar 1996 Rescate en LA o the Warriors.

En fin, pura diversión y entretenimiento de la mano de uno de los mejores cineastas que hay ahora mismo, inglés, por lo que la película carece de las metáforas típicamente americanas, así como de otras cosas que la hacen más sobria. Una película a tener en cuenta.


1 comentario:

Luis dijo...

Me encantó The Descent, tanto por la peli como, ya sabes, por los audiocomentarios de Nacho. No he visto esta aún, así que no leeré tu crítica. Por cierto, en mi blog he abierto veda de disparates fílmicos del año, seguro tienes unos cuantos...