Desde que saltó la noticia de que la mente detrás de Glee había vendido una nueva serie al canal FX, y que se trataba de una historia de terror, en internet comenzó una fuerte espectación. A mi, en cambio, me producía sentimientos encontrados. Por un lado, me decía "de puta madre, una historia de género". Por otro lado, soy de los que temen al señor Murphy. Sí, vale, la primera temporada de Glee fue una cosa muy fresca y agradable de ver, pero todos hemos sido testigos de cómo ha degenerado su producto musical. Además, si me hubiesen preguntado alguna vez "¿Qué género crees que no resiste una serie?" habría respondido, sin dudar, el terror.Sí, me parece un género complicado. Creo que cuanto más alargas la historia, más se diluye el terror. Porque, qué queréis que os diga, pero no considero de terror The walking dead. Ni Supernatural. Ni, obviamente, la patata esa de Cuatro que se llamaba, creo, Hay alguien ahí.
¡Una serie de terror sobre una mansión encantada! Por favor, ¿hay algo más manido, más utilizado, más poco original? Mis expectativas iban bajando al mismo tiempo que subían gracias a sus intrigantes imágenes promocionales y sus extraños teasers. No era capaz de decidirme.
Pero obviamente, iba a ver el primer capítulo. Y lo hice.
Y
El segundo capítulo mantiene el nivel. De momento la cosa promete y mucho. Y me conformo con que siga así. Es suficiente para conseguir que, si despierto por la noche y oigo un crujido, aunque me de la vuelta y me quede dormido de inmediato, me resulte imposible no pensar, durante una fracción de segundo, que hay algo más allí.
El miedo es adictivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario