22.7.06

Dammit

Yo que tu no agarraría de esa forma a Jack Bauer...
Ayer Adri y yo nos fuimos al cine a ver la aquí (mal) titulada "La sombra de la sospecha" (the sentinel). Íbamos dispuestos a aplaudir si Kieffer Sutherland decía una sola vez "drop the gun".
Y no lo hizo.Aunque si nos deleitó con un "dammit" murmurado...
Trama: La película cuenta una historia de intriga normal y corriente que entretiene pero tampoco da para mucho más. Hay un complot para matar al presidente, el personaje de Michael Douglas es acusado injustamente y se ve obligado a huír, mientras Kieffer Sutherland y Eva Longoria investigan para detener al culpable.
Los actores: Michael Douglas demuestra una vez más que es un gran actor. Se pasea por la película con elegancia y sobriedad. Kieffer Sutherland, que yo creí que iba a salir poco y sale mucho (que se oiga ese aleluya), demuestra que es un gran actor y que no se queda atrás en los bis a bis con Douglas. Para Sutherland podría haber sido muy fácil caer en los tópicos del agente Jack Bauer, porque a fin de cuentas son dos personajes que se prestan a comparaciones. Y sin embargo, Kieffer no cae en ninguno de esos tópicos y construye al agente especial David Breckinride en algo completamente diferente a Bauer; En cuanto a Kim Basinger, se limita a hacer de comparsa sin ninguna trascendencia; Y Eva Longoria, cuyo papel debió ser creado solo porque ella sale en Mujeres desesperadas, intenta poner cara de interesante durante todo el metraje a pesar de tener el personaje más intrascendente del film.
Justifico su aparición sólo por el momento en que llega por primera vez al despacho de Bauer... digo, Sutherland, y el recepcionista le mira el culo y después Kieffer la trata con extrema dureza. Fantástica secuencia.
Lo que menos me gustó es que parece que en EEUU no hay más actores, que los que siempre hacen de malos tienen que seguir haciéndolo. Es que, joder, cuando vas a ver una peli como Superman ya sabes que Luthor es el malo, pero cuando vas a ver una peli de intriga esperas que te intriguen hasta el final, pero si cuando le ves la cara a uno de los personajes tu mente dice "uy, este ya ha hecho de malo muchas veces, va a ser el malo aquí también" y encima resulta serlo, pues te arruina la película. Basta ya, por favor.
Y otra cosa, y esto va para el director, las cortinillas cutres se dejaron de poner en los ochenta y ahora sólo la utilizan los poperos. Ah, y el efecto para quedar guay de poner cámara lenta y distorsionada en las secuencias de peleas queda como el culo. Por favor, un poquito de seriedad.
En defintiva, una película que se deja ver y se disfruta, pero de esas que dentro de tres meses has relegado al mayor de los olvidos.

Donde pone el ojo...

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