Maldigo una y mil veces por haber tardado tanto tiempo en conocer Battlestar Galactica. Bueno, me corrijo, en "aceptar conocer" sería más acertado, porque debido a una indiferencia casi total por las series de naves espaciales, siempre me negué a ver BSG a pesar de los comentarios que la alababan.
Pero bueno, harto de oír que era una gran serie y que bla y que bla, al final decidí darle una oportunidad. Supongo que lo hice para poder criticarla con todas las de la ley... y tuve que comerme mis pensamientos con patatas.
No todo es maravilloso, pero en general es una pedazo de serie.
En apenas un par de meses, y dilatándola a propósito, me he visto tres temporadas. Me queda una, y me da mucha rabia que sólo me quede una, así que es posible que la dilate más aún. Si soy capaz. Que no estoy seguro.
A lo que voy, BSG es definida en muchos foros como una serie sobre "religión y naves espaciales". Creo que a esa frase le falta, sobre todo, la palabra "política". Hay muchas cosas que hacen grande a BSG, y en concreto el tema de las naves espaciales acaba siendo lo de menos la gran mayoría del tiempo.
Sustentada en unos personajes brutales y llenos de matices y aristas, creo que es en ellos donde reside parte del éxito de esta serie. Sirva como ejemplo uno de los mejores personajes de la serie, Khara Trace, héroe indiscutible de la flota cuyo comportamiento temperamental y orgullo la llevan a cometer actos de moral dudosa, e incluso pasa por una etapa en la que es retirada del servicio por su poco interés por la vida. Pero vamos, otro de los mejores personajes de la serie es Gaius Baltar, y a medida que le vas conociendo su cobardía, egocentrismo y locura hacen que planee sobre él la duda de la traición y un absoluto desprecio.
Para los no iniciados, BSG empieza su historia contándote, de forma resumida, que hace años la humanidad creó una raza de robots, los Cylon, capaces de pensar por sí mismo. Las máquinas se rebelaron, hubo una guerra, y los Cylon se exiliaron. Desde entonces, todo intento de contactar con ellos ha dado con el mayor de los vacíos... hasta ahora. La serie comienza con los Cylon dando nuevas señales de vida y devastando las doce colonias humanas con bombas nucleares. Apenas 44000 personas logran evitar la muerte, los que se encontraban a bordo de las pocas naves que escapan del ataque. Todas son naves civiles, excepto la Battlestar Galactica, una nave de combate vieja y a punto de pasar a la historia como museo y que se convierte de repente en la única defensa de esas naves civiles que llevan a bordo lo poco que queda de la humanidad.
Bajo ataque constante de los Cylon, el Comandante William Adama y su tripulación emprenden una huída a través del espacio siguiendo los pasos de una antigua profecía que hablaba de encontrar el camino de regreso a un mítico planeta llamado Tierra.
Y así, señores, empieza BSG, una serie con una mitología tan potente como fue en su momento la de Lost, con unos personajes muy interesantes y con un devenir cada vez más atractivo. La religión, el amor, y sobbre todo la política, juegan un papel verdaderamente importante. En la balanza de juego, la supervivencia de la humanidad.
En su contra, ese afán por hacer capítulos excesivamente capitulares mezclados con capítulos seriados hace que algunos de los capitulares supongan una piedra en el camino y que incluso algunos resulten terriblemente aburridos. Me pasó en la primera temporada, y sobre todo en la tercera, donde hay tres o cuatro seguidos que son para asesinar guionistas. Por suerte, cuando la serie vuelve a coger ritmo es inmejorable, y los finales de temporada, al menos de la uno, la dos y la tres, son brutales. Vamos, con el de la tercera se me quedó la boca abierta un ratito...
Disfruté como un enano de la primera mitad de la segunda temporada, con esa sublevación militar y ese cuasi golpe de estado (impagable el personaje del Coronel Tight y su absoluta incapacidad para mostrarse lider cuando es necesario y sin recurrir al alcohol), disfruté como un enano con la primera mitad de la tercera temporada (impagable Gaius Baltar y su puta cobardía que te hace odiarle como nunca) y disfruté como un enano con los dos últimos capítulos de la tercera temporada, sencillamente geniales. Hay más momentos que disfruté como un enano, la llegada de la Pegasus y todo lo que implica fueron capítulos impresionantes, y algunos otros capítulos que funcionan sueltos como pequeñas obras de arte.
En general, una gran serie que me alegro de estar disfrutando aún.
Pero bueno, harto de oír que era una gran serie y que bla y que bla, al final decidí darle una oportunidad. Supongo que lo hice para poder criticarla con todas las de la ley... y tuve que comerme mis pensamientos con patatas.
No todo es maravilloso, pero en general es una pedazo de serie.
En apenas un par de meses, y dilatándola a propósito, me he visto tres temporadas. Me queda una, y me da mucha rabia que sólo me quede una, así que es posible que la dilate más aún. Si soy capaz. Que no estoy seguro.
A lo que voy, BSG es definida en muchos foros como una serie sobre "religión y naves espaciales". Creo que a esa frase le falta, sobre todo, la palabra "política". Hay muchas cosas que hacen grande a BSG, y en concreto el tema de las naves espaciales acaba siendo lo de menos la gran mayoría del tiempo.
Sustentada en unos personajes brutales y llenos de matices y aristas, creo que es en ellos donde reside parte del éxito de esta serie. Sirva como ejemplo uno de los mejores personajes de la serie, Khara Trace, héroe indiscutible de la flota cuyo comportamiento temperamental y orgullo la llevan a cometer actos de moral dudosa, e incluso pasa por una etapa en la que es retirada del servicio por su poco interés por la vida. Pero vamos, otro de los mejores personajes de la serie es Gaius Baltar, y a medida que le vas conociendo su cobardía, egocentrismo y locura hacen que planee sobre él la duda de la traición y un absoluto desprecio.
Para los no iniciados, BSG empieza su historia contándote, de forma resumida, que hace años la humanidad creó una raza de robots, los Cylon, capaces de pensar por sí mismo. Las máquinas se rebelaron, hubo una guerra, y los Cylon se exiliaron. Desde entonces, todo intento de contactar con ellos ha dado con el mayor de los vacíos... hasta ahora. La serie comienza con los Cylon dando nuevas señales de vida y devastando las doce colonias humanas con bombas nucleares. Apenas 44000 personas logran evitar la muerte, los que se encontraban a bordo de las pocas naves que escapan del ataque. Todas son naves civiles, excepto la Battlestar Galactica, una nave de combate vieja y a punto de pasar a la historia como museo y que se convierte de repente en la única defensa de esas naves civiles que llevan a bordo lo poco que queda de la humanidad.
Bajo ataque constante de los Cylon, el Comandante William Adama y su tripulación emprenden una huída a través del espacio siguiendo los pasos de una antigua profecía que hablaba de encontrar el camino de regreso a un mítico planeta llamado Tierra.
Y así, señores, empieza BSG, una serie con una mitología tan potente como fue en su momento la de Lost, con unos personajes muy interesantes y con un devenir cada vez más atractivo. La religión, el amor, y sobbre todo la política, juegan un papel verdaderamente importante. En la balanza de juego, la supervivencia de la humanidad.
En su contra, ese afán por hacer capítulos excesivamente capitulares mezclados con capítulos seriados hace que algunos de los capitulares supongan una piedra en el camino y que incluso algunos resulten terriblemente aburridos. Me pasó en la primera temporada, y sobre todo en la tercera, donde hay tres o cuatro seguidos que son para asesinar guionistas. Por suerte, cuando la serie vuelve a coger ritmo es inmejorable, y los finales de temporada, al menos de la uno, la dos y la tres, son brutales. Vamos, con el de la tercera se me quedó la boca abierta un ratito...
Disfruté como un enano de la primera mitad de la segunda temporada, con esa sublevación militar y ese cuasi golpe de estado (impagable el personaje del Coronel Tight y su absoluta incapacidad para mostrarse lider cuando es necesario y sin recurrir al alcohol), disfruté como un enano con la primera mitad de la tercera temporada (impagable Gaius Baltar y su puta cobardía que te hace odiarle como nunca) y disfruté como un enano con los dos últimos capítulos de la tercera temporada, sencillamente geniales. Hay más momentos que disfruté como un enano, la llegada de la Pegasus y todo lo que implica fueron capítulos impresionantes, y algunos otros capítulos que funcionan sueltos como pequeñas obras de arte.
En general, una gran serie que me alegro de estar disfrutando aún.
1 comentario:
Para mí, que crecí y aluciné con Galactica del 78, esta fué una superación por todo lo alto de un mito de mi niñez.
En mi opinión es una serie casi perfecta en todos los aspectos. Retratan al ser humano y las situaciones de conflicto, amor, sindicatos, política, contrabando, etc tal y como serían. Y lso cylon son unos personajes de lo más especial, con sus sentimientos y su dureza.
Yo soy fan incondicional de la serie desde hace unos años.
La cuarta temporada es espectacular. Si no has visto los webisodes te los recomiendo. Además tienes la película Razor que es una pasada y The plan, que resulta curiosa de ver. Esta última no la veas hasta que acabes la serie.
Publicar un comentario