29.10.08

Bunbury, el mago

Así le catalogaban en los periódicos al día siguiente de su concierto en Madrid. Bunbury, el mago. todos hablaban del gran concierto que dio, y no es para menos. Bunbury salió completamente entregado, acertó con el repertorio, se esforzó y, lo más importante, se divirtió. Se notaba que estaba a gusto en el escenario porque sonreía a menudo. La confirmación vino después de "Y al final", canción con la que cierra todos los conciertos y con la que, oficialmente, cerró este.
Y sí, he dicho oficialmente. Tras terminar con esa canción, Enrique saludó al público y dijo: "el concierto se ha acabado, todavía pueden llegar al metro y al autobús para irse a sus casas, pero aquel que quiera quedarse, nos gustaría ensayar unas canciones que no hemos tocado nunca". Los aplausos se sucedieron e inundaron el Palacio de los deportes. Bunbury advirtió "con estas canciones seguramente jodamos todo el concierto". Pero nada más lejos de la verdad. Canción cruel fue maravillosa, con el artista maño sentado en un taburete y acompañando con la armónica, y para terminar, volvió a coger la guitarra para entonar El tiempo de las cerezas.
Grandísimo concierto.

22.10.08

Sin vicio no puedo estar

Mientras espero la llegada de 24 y Lost, el entretenimiento televisivo de este año ha caído. Dexter me sigue flipando, pero sólo es una serie a seguir. El resto, bah, salvo Heroes de la quema. Así que, echando un vistazo un día en Asia Team, ahora Subs Team, me dije ¿Por qué la gente se descarga "The amazing race", que es un reality americano?El caso, como de temática es parecido a Peking Express (el programa que ha conseguido que yo vuelva a ver televisión y del que hablé hace un mes, más o menos) me picó la curiosidad y me bajé el primer episodio de la temporada actual, que allende los mares va por la 13. Y la cagué. Sí, porque ahora estoy viciado, y puedo entender por qué es un programa que arrastra fans por todo el mundo. Desde luego, los americanos nos llevan siglos de ventaja, pero no sólo en las series y en las películas. Un reality americano tiene ritmo trepidante y emocionante, tanto que casi no puedes separar la vista de la pantalla.
The amazing race es una yinkana, una carrera alrededor del mundo donde las parejas competidoras tienen que seguir las pistas que van dejándoles y esforzarse por llegar las primeras al final de cada etapa. O por lo menos, esforzarse en no llegar últimas, porque la última pareja en llegar es eliminada. El premio, un millón de dólares, así que podéis imaginar lo que se esfuerzan. Lo que se esfuerzan, y corren, y discuten, y se alían, y se odian.
Pero, aparte del ritmo y lo grandilocuente del programa, es que está montado y narrado como si fuera una puta peli de acción. De verdad. Merece la pena ser visto. El problema es que después de ver uno seguramente querréis ver otro y otro más.
Y como estoy con el vicio y me encanta (más que muchas de las series que sigo, la verdad), me dio por bajarme el otro reality que puede encontrarse en dicha página de subtítulos: Survivor. Esperaba encontrarme una mierda parecida a la española Supervivientes, pero nada más lejos de la realidad. Ahí está otra vez ese ritmo, esa acción sin pausa, ese montaje. Nada de dos horas de programa con debates en plató con personajes de la fanfarria, nada de votaciones del público. No.
Señores productores españoles, se lo ruego, vean cómo hacen los americanos las cosas, porque saben más que nosotros. Admítanlo y punto. No pasa nada. Es mejor jugar a imitar que hacer el mamarracho.

21.10.08

Que sigo vivo

Pues eso, que me reporto para comunicaros que sigo vivo, no vaya a ser que os preocupeis. Tiempo, tengo poco, y de ahí que no haya actualizado desde hace tiempo. En fin, intentaré volver a la Red lo antes posible.
Os comento que me encantó el divertimento de acción que supone "La conspiración del pánico", creo que en inglés era algo como "Eagle eye". Me pareció una buena película de acción al estilo de las de antes, de las que ya no se hacen y echamos de menos.
Os comento que Dexter sigue en su línea. Se trata de una serie de calidad, sin duda, y aunque el primer capítulo de la tercera temporada fuera flojito, parece que va recuperando altura.
Y nada, esperando el Hellville de Tour, que este jueves llega a Madrid.
Hala.

2.10.08

¿Qué está pasando?

Sí, la pregunta es ¿Qué está pasando? porque la temporada televisiva ha empezado bastante floja, por no decir mala de cojones. Vale, que aún no he visto el primer capítulo de Dexter, y que Sobrenatural se mantiene en su línea de calidad y sigue siendo bastante disfrutable... pero, ¿y el resto?
Vayamos por partes.
- Terminator, the Sarah Connor Chronicles, se ha convertido en una serie facilona, sin interés, donde los que la vemos lo hacemos más por la nostalgia de aquella gran trilogía que por el interés que despierta la serie en sí. Y eso que podrían haberse hecho grandes cosas con ella...
- Héroes. Pidieron perdón por aquella segunda temporada de mierda, nos prometieron el oro y el moro con la tercera, y nos lo tragamos. La titulan Villanos, pero nos presentan cuatro y en el tercer capítulo sólo queda uno. Sí, nos dicen que hay más, ¿y qué? ¿Ahora los van a ir persiguiendo a razón de uno por capítulo? ¿Y Sylar? Porque eso sí que era un villano en condiciones, pero ahora, para sorprender y darle la vuelta a la tortilla, lo ponen a trabajar... no sigo para no desvelar nada pero no me convence demasiado ese giro. Siguen metiendo personajes guarrindongos (la chica que corre mucho) y siguen sin hacer fija a Verónica Mars (o sea, a Elle)... y para colmo, tras haberse dado cuenta de que toda la trama de Ali Larter era una puta mierda, decidieron ventilársela en la segunda temporada... sólo para darle otro personaje en la tercera...- Prison Break. Esta serie nos dio dos grandes temporadas, y muchas alegrías (recordamos con cariño a Abruzzi, Kellerman y el raperillo cuyo nombre ya no recuerdo) y una tercera temporada floja pero que se sostenía gracias a que aún mantenía pizcas de su esencia y grandes personajes como Mahone (del cual soy muuuuuy fan), T-Bag y Bellick (cuya degradación se incia en la segunda temporada y llega en la tercera a cotas geniales)... pero algo ha pasado en esta cuarta temporada. Además de perder la esencia serial y convertirse en episódica (lo de recolectar tarjetas a razón de una por capítulo apesta después de la segunda. Si la audiencia les permite superar ese escollo esperemos que lo que venga después le de un empujoncito) esta serie ha convertido a buenos personajes en prescindibles totalmente (Sucre es un secundario que ya ni siquiera es cómico y Bellick nadie entiende muy bien que hace ahí, además de que la credibilidad de que se encuentre en ese grupo es más bien cuestionable). Y eso sin entrar a hablar de Sarah, personaje "resucitado" que me aburre muchísimo. Y encima le meten una enfermedad a Scotfield. Para echarse a reír. O a llorar. Mahone sigue siendo lo mejor de la serie, pero él solo no sostiene Prison Break. T-Bag ha perdido gancho, pero aún tiene cosillas. El resto, olvidables. Que pena.Así que no estoy demasiado contento, como veis.
Vale, aún me queda por ver Dexter. Y sí, en el horizonte están Cinco Hermanos, que a poco que consigan mantener el nivel seguirá siendo genial, 24 (que han demostrado que se puede mantener la calidad de una serie durante seis temporadas, aun con algunos baches y pumas incluidos, y van a por la séptima, que esperamos con ansia) y Lost (es de suponer que tras aquella horrenda tercera temporada se dieron cuenta de por donde no debían tirar y nos brindaron una cuarta temporada grandiosa, de esas que hacen que la serie valga la pena ser vista sólo para disfrutar en su plenitud de la cuarta temporada. Esperemos que sigan por ese camino...)
Y ya está. Por hoy.