Permitidme que saque pecho y orgullo paterno de lo vivido en los últimos días.Si recordais, a finales de marzo el equipo de mi mediano, CPLM Fenix de Madrid se coronó campeón de la liga autonómica alevin de Hockey Linea. Lo hizo tras un agónico partido contra Las Rozas, quiso el azar que los dos equipos que se disputaban el título jugaran la última jornada. A nosotros nos valía el empate (estábamos invictos, todo victorias y un único empate contra Tres Cantos; el partido de ida contra Rozas lo habíamos ganado por un ajustado 2-1), y ellos necesitaban ganar para hacerse con el título. En resumen, fuimos perdiendo todo el partido, con la angustia de ver que la victoria se escurría entre nuestros dedos en el último partido, y a falta de 50 segundos para el final Adrián Paredes metió el gol del empate que nos devolvió el título que habíamos ostentado toda la temporada.
Aquel providencial gol, y un encomiable trabajo de equipo, nos hizo ganar la liga, pero también una plaza directa al Campeonato de España Alevin de Hockey Linea. Campeonato que tuvo lugar en Gijón entre el 30 de mayo y el 1 de junio de este 2025. Apenas ocho equipos iban a disputarse el torneo, los presumiblemente mejores ocho equipos del país.
De base, nos tocó un grupo complicado. En el otro grupo estaba CPLV, al que a priori todas las quinielas daban como ganador claro, pero nuestro grupo parecía ciertamente complicado. Abriríamos el torneo enfrentándonos, de nuevo, a Las Rozas, seguido de Gadex (los ganadores de la liga autonómica catalana) y Burdiñola, desde el País Vasco.
Abrieron el grupo Burdiñola y Gadex en un partido frenético que fue una verdadera locura, donde ambos equipos se adelantaban y perdían la ventaja continuamente, la balanza inclinándose a uno y otro lado para, a falta de dos minutos, decantarse hacia Gadex en un 6-7.
Y llegó nuestra hora. Las Rozas, un partido con mucha carga emocional, principales rivales en Madrid, muchas amistades entre los jugadores de ambos equipos y partidos muy ajustados en la liga. Once minutos de juego y Lucía Castellanos adelantó a Fenix en el marcador. Cuatro minutos de presión y Rozas empató. Llegamos al descanso con 1-1.
En la segunda parte, una falta permitió que Fenix aprovechara la superioridad para adelantarse de nuevo (gran gol de Héctor Salamanca). Eso obligaba a Rozas a jugar de manera más agresiva y lanzarse a la presión alta y el asedio a la portería que protegía nuestra indomable Inés Ara, que aguantó ataque tras ataque apoyada por una defensa férrea de los jugadores de Fenix.
A treinta segundos del final, Héctor anotó un tercer gol tras un pase espléndido de Lucía. A Rozas solo le quedaba redoblar esfuerzos a la desesperada. Fuera portero y cinco jugadores en pista. Lo intentaron, pero un robo de Fenix y Lucía remató a puerta vacía cerrando el partido con un 4-1.
La jornada de la tarde la abrieron Gadex y Fenix. Los nuestros, muy acostumbrados a liderar el juego sacando cómodamente el puck desde atrás, se vieron sobrepasados por un equipo que jugaba de manera vertical, utilizando a unos jugadores veloces y muy explosivos. De nuevo era Fenix quien abría el marcador, con asistencia de Adrián y gol de Héctor. Dos errores defensivos seguidos provocaron que Gadex empatara poco después,
y tras una falta de Lucía, Gadex supo aprovechar la superioridad y ponerse por delante. 2-1 al descanso.
Las instrucciones del entrenador de Fenix, Marcin Malacz, provocaron que el equipo saliera con fuerzas renovadas y algunos cambios en la formación. Menos de dos minutos después, Héctor le ponía un pase a Joel Bermejo que este aprovechó para empatar el partido. El ambiente se caldeaba y el partido podía inclinarse en cualquier dirección.
Héctor, de nuevo, lograba el ansiado 2-3, pero el partido seguía muy abierto hasta que, en un robo rapidísimo y ganando su diagonal preferida, Nacho Blázquez (este es el mío) sentenció el partido enganchando por el palo corto. 2-4.
Pero Gadex no claudicó y lucho hasta el final, generando peligro que la linea defensiva, muy seguros atrás Nacho, Olivia Malacz y Carlota Martín, supo rechazar, y cuando Gadex lograba encontrar algún hueco sus tiros se estrellaban contra una Inés en estado de gracia. Últimos momentos con cinco en pista, Fenix aguantando y a falta de un segundo, y a puerta vacía, Héctor logró un quinto tanto para Fenix a pase de Lucía.
Buena primera jornada para nuestros chicos. En el otro partido Burdiñola superó a Rozas dejando a Fenix con 6 puntos, mientras que Gadex y Burdiñola tenían 3 puntos cada uno.
La quiniela para lograr llegar a semifinales seguía muy abierta.
Tercera jornada. Rozas se enfrentaba a Gadex y ambos equipos luchaban por lograr su plaza. Hasta el otro equipo madrileño tenía opciones, escasas y que dependían no solo de ellos sino del resultado de nuestro partido, pero ahí estaban. Por desgracia, el equipo catalán supo imponerse, 3-1, y se ponía con 6 puntos.
Fenix se enfrentaba a Burdiñola. Para Fenix ganar les situaba como primeros de grupo y evitaba el cruce en semifinales contra CPLV. Burdiñola necesitaba ganar de al menos dos goles si querían superarnos, pero es que un resultado aún mas abultado podría provocar que, matemáticas y gol average mediante, fuera Gadex segundo de grupo y Fenix perdiera sus opciones.
No íbamos a permitir que eso pasara...
Pero no fue nuestro partido. Enfrente teníamos a un equipo con mucha garra que nos superaba en tamaño (seamos honestos, nuestros jugadores son pequeños y ellos tenían varios muy corpulentos) y por tanto, en fuerza fisica. Jugadores, además, rápidos y que lanzaban unos tiros potentísimos.
Luchamos como jabatos, pero el primer gol, poco antes del descanso, sentó como jarro de agua fría en el banquillo de Fenix. La grada enloquecía, Burdiñola estaba luchando por entrar en semifinales, Gadex necesitaba que ganáramos nosotros y animaban a nuestros jugadores.
Tres minutos después de empezar la segunda parte encajamos un segundo gol que dolió demasiado. De repente éramos segundos de grupo y, o hacíamos algo o aquello tenía pinta de seguir aumentando. Las matemáticas aparecieron en las cabezas de muchos y algunos miembros de Gadex, lógicamente, empezaron a animar a Burdiñola, sabiendo que ahora sus esperanzas residían en que aumentaran la diferencia de goles. Los nervios golpearon a los jugadores de Fenix, que no lograban una salida limpia, un pase fácil y, menos aún, tiros que amenazaran mínimamente la portería rival. Burdiñola nos hostigaba, Inés sufría intentando evitar que aquello acabara en tragedia. Y a falta de dos minutos... un tercer gol de Burdiñola.
El miedo se instaló en Fenix. Su juego se volvió tenso y defensivo. Ganar ya no era una opción, así que era necesario defender la portería y asegurar el segundo puesto. Dos minutos que se hicieron eternos.
Logramos mantener cerrado el marcador con ese 3-0. Pase a semifinales contra CPLV, y Burdiñola como primero de grupo se enfrentaría a Erizos Rudos.
Llegó la tarde. La primera semifinal arrancó con un Fenix que lejos de amilanarse temiendo el nombre y la alargada sombra de CPLV, se vino arriba y se lanzó al ataque. Cuatro minutos de juego y Adrián Paredes abrió la lata tras un robo de Pablo Gómez y una espectacular carrera hacia la portería vallisoletana.
Fue bonito, el sueño de colarnos en la final venciendo al favorito, pero duró poco. CPLV tenía muy claras sus armas, tiró de un juego individual y ciertamente aburrido, pero muy efectivo, y le dio la vuelta al partido impidiendo que Fenix hiciera poco más que algún ataque esporádico. El partido acabó 1-4. Habíamos caído en semifinales.
La otra semifinal fue tensísima. El partido entre Erizos y Burdiñola terminó con empate y en la prórroga, que podría haberse decantado hacia cualquier lado, Erizos colocó un disco envenenadísimo debajo de las piernas del portero vasco.
No negaré que desde Fenix queríamos evitar que nuestra lucha por el bronce fuera con Burdiñola, después del partido que nos había enfrentado a ellos en la fase de grupo, pero ese era el rival que nos esperaba.
Segunda jornada con derrotas dejaban a Fenix en una posición delicada. Inercia negativa y rival que nos había superado con facilidad. El bronce estaba cerca, pero a la vez muy lejos. Y sin embargo, como desde el principio de temporada, un equipazo de chicos motivados, alegres y que no decaen. Y me gustaría nombrarles a todos y que no se me olvide nadie: Joel Bermejo (Capitán), Héctor Salamanca (Asistente), Nacho Blázquez (Asistente), Adrián Paredes, Pablo Gómez, Lucía Castellanos, Olivia Malacz, Carlota Martín, Álvaro Alvir, Yago Hafeez, Zoe Nieto, Inés Ara (Portera) y Laia Muro (Portera).
Última jornada. Marcin sentó a los chicos y habló con ellos sobre la estrategia a seguir. Los chicos se preparaban para la última batalla. O algo cambiaba o si jugábamos como el día anterior contra ellos, los chicos de Burdiñola nos iban a arrollar.
Creo que no había nadie en las gradas preparado para el espectáculo que vivimos a continuación. Ambos equipos salieron a la pista a por todas, con un juego agresivo (deportivamente hablando), con una presión altísima en campo contrario, una velocidad vertiginosa y una continua búsqueda de la portería rival. Sin dar ni un segundo de respiro al contrario, generando un frenesí en la pista que impedía parpadear para no perderse ni un segundo.
Parece que estoy exagerando, o ficcionando el relato para hacerlo más emocionante, pero voy a dar un dato que arroja luz sobre lo que estoy diciendo. Un tiempo en un partido del campeonato de España son 20 minutos a reloj parado. La primera parte de esta final de bronce entre Burdiñola y Fenix tuvo un tiempo muerto (un minuto, por tanto, llevamos 21), dos goles (que entre que el árbitro recoge el puck, comunica goleador y se vuelve al centro podemos contar aproximadamente 30 segundos por cada uno de ellos, llevamos 22), y llegamos al descanso apenas 24 MINUTOS DESPUÉS del silbato inicial. Por tanto, apenas hubo paradas. Lo que os decía, frenesí.
Lo cierto es que logramos adelantarnos, un golazo de Adrián Paredes ante asistencia de OIivia Malacz, pero cedimos la ventaja rápidamente, porque Burdiñola nos empató apenas 30 segundos después.
Se percibía tensión en los banquillos durante el descanso. Las aficiones de ambos equipos también mostraban signos de nerviosismo. De nuevo, los chicos saltaron al campo dispuestos a comerse al rival. Los nuestros, y los suyos.

Tres minutos después Carlota Martín efectuó un tiro lejano pero potente que rebotó en las guardas del portero y le cayó en pala a nuestro capitán. Joel es un cañón y aprovechó ese rechazo con un tiro imparable, volviendo a adelantarnos en el marcador. Menos de un minuto después, Pablo Gómez provocó una de esas jugadas tan suyas, un latigazo eléctrico de velocidad, encaró la portería rival y alargó nuestra ventaja sobre el equipo vasco. Íbamos 3-1, pero quedaba mucho tiempo de partido.
Y de nuevo, cómo nos cuesta volver después de un gol. Eneko (espectacular lo de este chico de Burdiñola, se escapa de prácticamente todo el equipo de Fenix y 15 segundos después del gol de Pablo, nos vuelve a meter presión poniendo el marcador en 3-2.
A continuación, tuvimos unos minutos de dominio, y Héctor, que había estado algo desaparecido en la primera parte, aprovechó una superioridad tras una falta para meter el cuarto gol para Fenix. Burdiñola tenía que lanzarse al ataque para acortar distancias, la presión sobre Fenix era apabullante, con hasta tres jugadores vascos en nuestro campo en todo momento. Eso, por otro lado, nos abría huecos que aprovechamos para generar contraataques que se estrellaban contra la portería rival. Hasta que varios minutos después, ante un pase de Pablo, Héctor volvió a sacar la chistera y metió el quinto.
Y quedaban nueve minutos. Sabíamos lo que venía: Burdiñola iba a intensificar, aún más, la presión. Todos sus jugadores en nuestro campo, continuos disparos que Inés repelía uno tras otro, Fenix con muchas dificultades para jugar el disco. Era todo o nada, y a Burdiñola se le escapaban los minutos. Y tanto va el cántaro a la fuente que, a falta de un minuto para el final del partido, encontraron la red. 5-3.
Un minuto no parece mucho tiempo, pero en hockey en un minuto pueden pasar muchas cosas, y Burdiñola es un equipo más que capaz de remontar. Sin embargo, un error en el banquillo vasco (creemos que un olvido), les llevó a pedir tiempo muerto para reajustar su ataque. Ya habían pedido tiempo muerto en esa segunda parte, y solicitarlo de nuevo se penaliza con dos minutos de sanción a uno de los jugadores. Sabemos que de no haber incurrido en esa falta ese último minuto habría sido apabullante. Aún así lo fue, pero con tres jugadores en pista, Burdiñola no fue capaz de encontrar gol y el partido concluyó con ese resultado.
El campeonato de España acabó ganándolo CPLV, como era de esperar, aunque Erizos plantó cara hasta el último momento remontando un 3-0 hasta un ajustado 3-2. Erizos, por tanto, se quedó con la segunda plaza. El bronce, por supuesto, nuestro.
Ha sido un fin de semana de muchas emociones que ha acabado con una explosión de alegría que estoy seguro que estos chicos guardarán durante mucho tiempo. Los padres, desde luego, lo haremos.