Sorprendentemente, ayer estrenaron esta temporada en Skyshowtime. Es la primera vez que se estrena The Challenge en España, el problema es que entender (o disfrutar) este reality sin haber visto al menos alguna temporada previa... no creo que sea lo mismo.
Para el que no lo sepa aún, soy bastante adicto a los realitys de competición y estrategia. Si os cuento un poco de historia, hace ya un porrón de años (hablamos de 2008) descubrí por casualidad Survivor en una página de descargas de series. Por aquella, renegaba absolutamente de cualquier cosa que tuviera que ver con realitys. Tenía en mente Gran Hermano, la versión española, y me tiraba para atrás la simple idea de ponerme con ello. Pero algo, y no sabría deciros muy bien el qué (¿estaba destinado a ello?) me hizo descargar aquel primer capítulo. Era Survivor Gabón, la temporada 16, y si mi vida fuera una película aquellos cuarenta minutos habrían tenido banda sonora de esa que se pone cuando el personaje está pasando por un momento trascendental que le cambiará para siempre.
En cierto modo, así fue.
Me vi los cuatro capítulos que habían emitido hasta entonces del tirón, y como un adicto con su droga, necesitaba más y la espera semanal se me antojaba una pesadilla, así que tiré de hemeroteca y me vi entera la temporada 15.
Desde entonces, Survivor pasó a ser una prioridad en mi lista de visionados. Fui viéndome temporadas pasadas y siguiendo religiosamente las que estaban en emisión. Y me fui adentrando en una comunidad de seguidores que defienden a capa y espada que no hay absolutamente nada tan grande como Survivor.
Y aquí permitidme la cuña: Sí, Supervivientes es la licencia española de Survivor, pero es como comparar un Ferrari y un Dacia porque ambos son coches.
Como es lógico y de esperar en un programa que emitirá en febrero su temporada 48 (y sí, las he visto todas), ha habido altibajos, algunas temporadas más flojitas y otras que han sido verdaderos espectáculos televisivos de esos que no se olvidan y convierten a sus jugadores en verdaderas estrellas. Para el olimpo quedan temporadas como aquella de Gabon, Tocantins, o el espectáculo que fue Héroes contra Villanos. Es un programa que depende mucho del casting, obviamente, y de las pequeñas pinceladas que dan en cada temporada para que el programa no se estanque y siga teniendo tirón, pinceladas que a veces funcionan mejor y otras peor. Pero es encomiable llevar 47 temporadas emitidas y seguir teniendo la fuerza que tiene.
Para los que no saben de qué hablo, la esencia es la misma que en Supervivientes: varios jugadores divididos en tribus que luchan en desafíos por ganar inmunidad, la tribu perdedora debe expulsar en voto secreto a uno de sus propios compañeros, y así van mermando a los jugadores hasta llegar a la fusión, donde el juego se vuelve individual, todos juegan contra todo y deben ir expulsándose con el objetivo de llegar a la final. A diferencia de España, aquí no hay voto del público. En Survivor son los propios jugadores los que han de echarse entre ellos, pero con el giro de que, en la final, los que votan al ganador son los últimos 7-9 expulsados (el jurado). Todo esto hace que la competición tenga un componente de estrategia y engaños que en ocasiones son verdaderos movimientos rastreros. Pero claro, estamos hablando de un millón de dólares como premio. Quién no estaría dispuesto a pisotear al compañero al que conoce desde hace una semana si eso te acerca un paso más al millón. La delgada línea entre necesitar estar del lado bueno de los votos y necesitar a tus compañeros, o saber cuándo saltar del barco a tiempo, convierten la experiencia de Survivor en una partida de ajedrez.
Y bueno, desde aquel 2008 he ido sumando adeptos a este programa. Amigos y conocidos que han ido enganchándose como en su momento lo hice yo. A día de hoy, mi hijo mayor se cuenta entre sus fans y es uno de nuestros planes favoritos. La sombra del reality es muy larga y ha habido cientos de referencias a él en otros lares, desde novelas a otros programas televisivos (como por ejemplo Cómo conocí a vuestra madre, maravilloso capítulo aquel en el que Lily y Marshall dejaban de hablarse porque uno había tenido la desfachatez de ver Survivor sin el otro).
Siguiendo con mi historia, descubrir Survivor me arrastró hacia otros Realitys americanos, siempre buscando que tuvieran ese componente de estrategia (a mí las cosas de reformas de casas o vidas de famosos no, gracias). Y así fui descubriendo otros como The amazing race (casi cuarenta temporadas llevan ya), Capture (qué pena que se quedara en una única temporada), o incluso Big Brother (donde, de nuevo, nada que ver con la versión española). De ahí he ido descubriendo también algunas versiones de los mismos. Survivor Nueva Zelanda, Survivor Australia (que es, actualmente, mejor que la versión estadounidense y se ha convertido en el evento anual por excelencia para los fans), y podría seguir con el listado...
Pero me voy a centrar ya en aquello a lo que veníamos.
Hace tres años (o cuatro?) me referenciaron The Challenge. No había oído nada del también lóngevo reality de MTV que se describía como una especie de Survivor con esteroides y mucho metajuego. Lo que me hizo darle una oportunidad fue ver que había algún competidor de Survivor que se había apuntado. Y me pillé una temporada. Y de ahí fui saltando a otras pasadas, y... bueno, la misma rueda que seguí con Survivor. Y a día de hoy, junto a Kike, es otra de nuestras referencias y citas semanales.
The Challenge tiene mecánicas similares a Survivor, aquí la estrategia es una parte vital para avanzar, las puñaladas traperas se cuentan por decenas, los engaños, las alianzas... con la salvedad de que los dos nominados al final de cada capítulo compiten entre sí en un reto y es el perdedor el que sale expulsado.
Aquí, como en Survivor, el perfil del ganador no responde a un estereotipo. Han ganado hombres, mujeres, jóvenes, no tan jóvenes, delgados, musculosos... y la gran diferencia que tiene The Challenge contra Survivor es que mientras en este último el retorno de jugadores se deja para temporadas especiales (AllStars, Fans contra favoritos, etc), en The Challenge gran parte del casting de cada temporada se compone de jugadores que han estado en otras temporadas, algunos de ellos en muchas, lo que les convierte en una especie de comunidad donde las alianzas ya no se limitan al juego actual, sino a cuántas veces me apuñalaste en el pasado. Además, la otra gran diferencia es que The Challenge cambia las dinámicas principales en cada temporada. La manera de votar o de avanzar es distinta cada vez, obligando a los jugadores a tener que adaptarse y evitando que se acomoden en la forma en que jugaron en el pasado.
Este año, llegaban a su temporada 40 y todo anticipaba que veríamos un espectáculo digno del olimpo de los realitys. La temática elegida fue "Battle of the eras", para lo que eligieron empezar la temporada en 4 equipos, uno por década del programa, y llenándolo de estrellas que iniciaron en las primeras diez temporadas (Era 1), en las temporadas 11 a 20 (era 2), y así. Para mí, la gran ausencia fue Wes, uno de mis jugadores favoritos, pero el elenco estaba lleno de jugadores que nos hacían salivar a los fans. Allí teníamos a C.T, a Johnny Bananas (que ostenta el record de mayor número de victorias en el programa y el status de haber hecho algunos de los movimientos más hijoputescos de la historia del show. Un tipo al que o adoras o odias, pero sin término medio. Mi hijo y yo nos descojonamos con sus ocurrencias, así que nos situamos entre los que le amamos), Caramaria, Laurel, Jordan, Devin, Michelle (una ex Survivor, por cierto)...
Cuando uno empieza una temporada así sabe que va a sufrir en cada capítulo. Raro va a ser que no esté en peligro alguno de tus favoritos. Sabes que vas a adorar muchos momentos y odiar otros. Y evidentemente, con eso juegan también. Y así ha sido. Ver partir a algunos de esos jugadores ha sido triste, pero no todos pueden llegar hasta el final y competir en el último desafío. Que por cierto, las finales de cada temporada de The Challenge son dignas de torturadores profesionales. El mérito de llegar se ve superado por el mérito de ser capaz de terminar una de sus finales. Ganarlas ya es otro cantar, desde luego.
En definitiva, Kike y yo nos lo hemos pasado como enanos con esta temporada, que nos ha dejado para el recuerdo algunos momentazos. En cierto modo, la colocaría como lo mejor del año (hasta ahora), pero me cuesta compararlas realmente con series como El juego del calamar o American Primeval. Pero bueno, si hago una lista me tengo que comprometer con ello :)
A la vista está el estreno de The Challenge Allstars 5, que será en febrero. Y por mi, que sigan haciendo temporadas. Muchas.
Ranking Series Vistas 2025
- El juego del calamar (temporada 2). 🟰
- American Primeval 🟰
- The Challenge (Temporada 40) ✅️
- Lioness (Temporada 2) 🔻
- Hysteria! (temporada 1). 🔻
- Outer Banks (Temporada 4) 🔻
- Secret Level (temporada 1) 🔻
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