Soy un adicto, lo reconozco.
Compro libros y los devoro. Evito ir a menudo a tiendas como La casa del libro, la Fnac o incluso el segmento cultural (cada vez menor, por cierto) del Carrefour. Porque sé que me cuesta parar. Que cojo uno, y luego la portada de otro me llama, con su embrujo de sirena, y me arrastra hacia las profundidades del consumismo más absoluto.
Feria del libro 2011, Madrid, Parque del Retiro... no hubiera ido, pero he pasado por delante y me he tenido que parar. No tenía ningún libro en mente, porque los últimos que he querido comprarme y sabía de su existencia ya los tengo... y aún así...
Pasillo oculto, de Arno Strobel, ha sido el primero. Por su temática me ha recordado a la película Unknown, la cual reseñé hace poco... Y oye, el dueño de la caseta ha sabido vendérmelo.
Después, de tropezado con una caseta en la que estaban firmando Alberto López Aroca y Juan Ramón Biedma. Coño, ambos estaban presentando libros de temática zombie... y si los libros per se me atraen, si encima tienen zombies en su interior son como un banco de sangre para un vampiro. Además, de Biedma ya me he leído dos novelas. La primera, El manuscrito de Dios, me encantó. La segunda, El espejo del monstruo, me dejó bastante frío. Sólo le comenté lo de la primera, claro. He acabado comprándome dos de sus libros, uno de ellos el de zombies. Y al final, lo tenía tan a tiro, que acabé cogiendo también el de Aroca. Me firmaron los tres libros, y debo decir que ambos fueron muy amables, simpáticos y agradables.
Así, sin haberlo pensado tan siquiera, en apenas quince minutos de paseo, y apenas doce casetas vistas, ya tenía cuatro libros en mi poder.
Ese es mi peligro.
Por suerte, empezó a llover. Y después de un rato refugiado bajo la caseta, charlando con Biedma y Aroca, me fui, protegiendo mis nuevas adquisiciones de la lluvia. Cuatro libros más a mi lista de futuras lecturas. Ya se me hace la boca agua. Porque tienen buena pinta.
Muy buena pinta.
Feria del libro 2011, Madrid, Parque del Retiro... no hubiera ido, pero he pasado por delante y me he tenido que parar. No tenía ningún libro en mente, porque los últimos que he querido comprarme y sabía de su existencia ya los tengo... y aún así...
Pasillo oculto, de Arno Strobel, ha sido el primero. Por su temática me ha recordado a la película Unknown, la cual reseñé hace poco... Y oye, el dueño de la caseta ha sabido vendérmelo.
Después, de tropezado con una caseta en la que estaban firmando Alberto López Aroca y Juan Ramón Biedma. Coño, ambos estaban presentando libros de temática zombie... y si los libros per se me atraen, si encima tienen zombies en su interior son como un banco de sangre para un vampiro. Además, de Biedma ya me he leído dos novelas. La primera, El manuscrito de Dios, me encantó. La segunda, El espejo del monstruo, me dejó bastante frío. Sólo le comenté lo de la primera, claro. He acabado comprándome dos de sus libros, uno de ellos el de zombies. Y al final, lo tenía tan a tiro, que acabé cogiendo también el de Aroca. Me firmaron los tres libros, y debo decir que ambos fueron muy amables, simpáticos y agradables.
Así, sin haberlo pensado tan siquiera, en apenas quince minutos de paseo, y apenas doce casetas vistas, ya tenía cuatro libros en mi poder.
Ese es mi peligro.
Por suerte, empezó a llover. Y después de un rato refugiado bajo la caseta, charlando con Biedma y Aroca, me fui, protegiendo mis nuevas adquisiciones de la lluvia. Cuatro libros más a mi lista de futuras lecturas. Ya se me hace la boca agua. Porque tienen buena pinta.
Muy buena pinta.
2 comentarios:
Jo, me pasa igual que a tí. Que procuro no ir porque me pueden los libros y me acabo gastando más de lo que debo.
Aquí estamos también con la feria del libro y no he querido ni acercarme.
Ya contarás qué tal los libros que tienen muy buena pinta.
Um saludo!
Sí, es toda una trampa... Y cuidado con la cuesta de Moyano, ja, ja, que ahí suelo enredarme yo aunque los libros son bastante más baratos.
¡Buena lectura!
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